Plan de metas: ¿Estás midiendo tus resultados?

Un plan estratégico es un esquema que nos permite fijar el número de metas que queremos alcanzar en determinado período de tiempo y cómo vamos a lograrlo. En un grupo de trabajo es muy importante diseñar un plan de metas que nos ayude a llevar nuestros proyectos por un buen camino. 

 ¿Cómo hacerlo? Primero que nada, debemos recordar que todos los miembros de un equipo son igual de importantes y que estos deben sentirse así para que su motivación principal sea cumplir con el plan estratégico de la mejor manera posible. Esta actitud positiva revela otro de los puntos fuertes de contar con un plan de metas: trabajar muchas horas no es tan productivo como muchos empleadores creen. Lo mejor es programar objetivos realistas a corto o mediano plazo y, a partir de ellas, ir avanzando hacia un objetivo final. 

Trabajo por metas, no por horas 

Tradicionalmente, se le ha visto a los empleados como personas que llegan por la mañana, toman asiento delante de un escritorio y, por la tarde, se retiran a sus hogares en un ciclo que se repite diariamente. Bajo esta visión del mundo laboral, no importa cuánto trabajo produjo dicho empleado ni cuál fue su porcentaje de avance con respecto a los objetivos que le fueron asignados. No obstante, está de más decir que, si nuestra empresa busca la productividad mediante un plan de metas consistente, trabajar por horas no funciona y es, de hecho, contraproducente para tu empresa. 

Para el empleado tampoco funciona

Uno de los valores que los empleados buscan al pertenecer a una empresa es la posibilidad de superación personal y laboral. Un colaborador quiere trabajar en proyectos que lo estimulen, tener flexibilidad en los horarios, hacer cosas en equipo que lo lleven a concretar proyectos en los que invirtió su tiempo y esfuerzo. Trabajar por horas mata este espíritu, y no hay cantidad de horas que puedan llenar el hueco de productividad que deja un empleado desmotivado. 

Por otro lado, si nos reunimos con nuestro equipo de trabajo y, en conjunto, redactamos un plan estratégico basado en metas, es probable que el proyecto vaya a salir mejor y en tiempo récord. Podemos verlo de esta manera: un ratón que corre por una rueda generadora de energía, entre más horas haga girar la rueda, más energía será generada, pero jamás en su vida hará otra cosa y, si se le asigna otra tarea, no tendrá idea de cómo realizarla. Debemos pensar si eso es lo mismo que queremos para nuestra fuerza de trabajo. 

Una vez que se pone en marcha el plan estratégico basado en metas se hará más fácil medir la productividad de nuestro equipo. Por ejemplo, si se fijan dos objetivos por semana y estos no se cumplen satisfactoriamente, podemos irnos al plan, revisar las responsabilidades, e identificar exactamente lo que está saliendo mal. Del mismo modo, si los resultados fueron buenos y las metas se lograron en el tiempo estipulado, podemos plantearnos modificar futuros planes estratégicos para acomodar nuestros nuevos niveles de productividad. Si hacemos esto nuestros empleados, clientes y asociados (incluso nosotros mismos) lo agradecerán. 

¿Y cómo medir el desempeño laboral?

Existe una herramienta especialmente desarrollada para medirlo, y puedes descargarla de forma gratuita haciendo clic más abajo.

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