Optimizar el tiempo y elevar la productividad sí es posible, solo debes seguir algunas estrategias. Al aplicarlas, notarás cómo logras ser más eficiente.
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Muchas veces, las personas suelen tener la sensación de que no les alcanza el tiempo para todo lo que deben hacer en el día o en la semana, algo que puede ser desmotivante y afectar a otros aspectos de tu día a día.
Por eso es muy importante administrar en forma eficiente el tiempo y, a continuación, encontrarás 8 prácticos consejos que te ayudarán a ser productivo y optimizar al máximo tu jornada laboral, para así administrar de la mejor manera el tiempo, tanto el que dedicas al trabajo como el destinado a asuntos personales.
Antes de lanzarte de lleno a realizar tus quehaceres habituales, es importante analizar el panorama general.
Por eso, una buena práctica para ser productivo es -al inicio de cada semana, o día (si prefieres)- enumerar las actividades que tienes que hacer y organizar su realización de manera cronológica. Así, podrás anticipar eventuales colapsos o períodos de alta actividad.
Como no todas las tareas o actividades demandan el mismo grado de concentración -y la dificultad entre ellas puede variar-, analiza cuáles son las más importantes y urgentes.
Para jerarquizar correctamente tus labores puedes ayudarte de una matriz constituida por 4 cuadrantes, clasificados por el grado de importancia y urgencia que se les da a las acciones que debes realizar.
Una vez que tus prioridades están claras, establece un tiempo estimado para cada una: define el momento de la semana y cuánto te tomará hacerla.
En la misma línea, busca la manera más práctica de llevarla a cabo, pensando en algunas alternativas en caso de imprevistos y, si requieres, busca ayuda para culminarla. Parte de ser productivo es saber delegar.
Con esto nos referimos a tu capacidad de concentración y entrega al desarrollo de cada actividad.
Si bien cada una exigirá diferentes niveles de concentración y tiempo -además de distintas aptitudes y conocimientos- la idea es que el tiempo que destines a realizarlas sea, efectivamente, para ello.
Cada vez que tienes interrupciones puedes tardar varios minutos en volver a concentrarte.
Por eso, evita toda distracción: pon límites de tiempo a las visitas inesperadas y a las llamadas telefónicas para concentrarte en lo esencial.
Si precisas realizar una reunión, establece objetivos, comienza a la hora, llévala preparada y evita interrupciones, como entradas y salidas de personas que no están citadas o que la conversación se ramifique.
Seamos honestos: muchas veces, el tiempo no alcanza porque somos nosotros mismos quienes "pateamos" las responsabilidades y nos dedicamos a revisar redes sociales, hablar con amigos y otras tantas acciones que nada tienen que ver con el trabajo.
Si puedes hacer una tarea en menos de 2 minutos, no la analices, solo hazla.
De esta forma, te será mucho más sencillo y menos abrumador terminarlo. Además, al realizar cada actividad, sentirás que avanzas y te motivaras a continuar.
Tu smartphone es un arma de doble filo: puede ser el peor enemigo de la productividad y, al mismo tiempo, el mejor aliado.
Para sacarle provecho, mientras estés en el trabajo desactiva las notificaciones provenientes de aplicaciones que te arrebaten la concentración (quítales el sonido y la vibración).
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